Con niños, Oviedo tiene varios atractivos que te sorprenderán. Por ejemplo, el verde parque urbano del futbolista Juan Mata, en la zona oeste, encima del estadio de fútbol Carlos Tartiere, con columpios, mesas para hacer comidas campestres y privilegiadas vistas al monte Naranco. O por supuesto el de San Francisco, en el centro de la ciudad, con refrescante vegetación, árboles centenarios, patos, cisnes, pavos reales, ardillas… y actividades infantiles ocasionales. Aquí se encuentra la Escuela de repostería de Oviedo, donde comer a mediodía.
El Museo Arqueológico de Asturias es realmente uno de los que vale la pena, y un monumento histórico-artístico. Colecciones del Paleolítico, la cultura Aziliense y Asturiense, de la Edad de los metales, el Museo Etnológico con objetos de casa, instrumentos musicales… La época romana y la medieval, los jardines, el almacén y el claustro. Un lugar donde asombrarse con el pasado.
Y para disfrutar de la ciudad a vista de pájaro, el área recreativa del Alto del Naranco, junto a la ciudad, a 600 metros de altura, con merendero, zonas verdes y columpios para los niños. Y la descomunal escultura al Sagrado Corazón de Jesús.
Para descansar, el hotel Ayre Oviedo, en el centro de Oviedo, a 10 minutos a pie del casco antiguo. Cómodo, con wifi gratis, buen restaurante con desayuno buffet y el alojamiento gratuito para 1 hijo menor de 2 años, con descuentos para el resto de hijos o un adulto extra. Y si reservas con antelación, te premian con un 20% Dto. en toda tu estancia. ¡A ver si lo distingues desde el Alto del Naranco!