Ir a Pamplona siempre apetece. Ciudad acogedora, llena de espacios de ocio, cultura y siempre con eventos y tradiciones para disfrutarlos con toda la familia.
Si estás con la idea de organizar una escapada los próximos días o incluso durante el próximo Puente de Octubre con los niños, te proponemos pasar unos días a Pamplona.
A dos pasos de la Plaza del Castillo, en el centro neurálgico de Pamplona, con sus palacios barrocos en las fachadas, a pocos metros de la Ciudadela (una magnífica fortaleza creada en el siglo XVI, por donde pasear y contemplar el conjunto histórico) y situado en el casco histórico para degustar la gran oferta gastronómica y de ocio se ubica el Hotel Tres Reyes de Pamplona.
Las habitaciones del Hotel Tres Reyes son todas exteriores, amplias, muy luminosas y cómodas. Habitaciones familiares y comunicadas, habitaciones estándar, ejecutivas, Junior Suite y Suites. Un abanico amplio de posibilidades que os harán sentir como en casa.
Si reservas directamente en la web del Hotel Tres Reyes os invitan al desayuno, además de trataros como reyes y a vuestros peques como a príncipes.
La experiencia empieza cuando llegas al hotel. Calidad garantizada, estancia tranquila, relajante y minuciosamente cuidada en todos los aspectos para que padres e hijos os sintáis como en casa.
Un hotel pensado para familias, con sus habitaciones familiares muy espaciosas. Un sitio perfecto para una escapada familiar con éxito.
A lo largo de vuestra escapada familiar por tierras navarresas, os proponemos que no os perdáis sus tesoros naturales: El hayedo de la Selva de Irati, el segundo más extenso de Europa, en el Pirineo navarro, Las Sierras de Urbasa, Aralar y Andía o el famoso Valle de Baztán. Auténticos tesoros por descubrir.
En breve y con la llegada del otoño podréis observar la naturaleza en todo su esplendor otoñal paseando por senderos, oler el bosque, escuchar el agua, observar la fauna y subir a uno de los tantos miradores para tener una visión global de la postal. Entre ellos el Mirador de la Foz de Arbayún, la Foz de Lumbier o el Mirador de San Miguel de Aralar.
Sin duda, todo ello son motivos más que suficientes para ir a Pamplona con los niños.